“Los desechos de la pasada administración no deben ocupar los nuevos cargos culturales”: Emmanuel Carballo

Rotundo en sus juicios, crítico como siempre y claridoso en la expresión, Emmanuel Carballo sabe, no obstante, reconocer el trabajo de otros. Respecto de Rafael Tovar y de Teresa afirmó en charla con Crónica que de las administraciones priístas en la cultura ésta ha sido la mejor.

Carballo destacó los aspectos positivos del Conaculta y también lo que él llamó los “peros”, que son básicamente dos: el sistema de becas a los autores donde se promociona a mucha gente sin talento y el hecho de que los organismos de la cultura nacional hayan sido entregados “al grupo de Octavio Paz”.

He aquí las palabras de Emmanuel Carballo, escritor, periodista y crítico.

—¿Cuáles serían los logros de esta administración en materia cultural?

—Los aciertos son la promoción del arte en México, la fundación de casas de la cultura, las becas. Ahora, yo le veo algunos peros a esta labor: la han entregado a un grupo, al de Octavio Paz; pero en general, la de (Rafael) Tovar ha sido de las mejores administraciones de los gobiernos priístas en materia de cultura.

—En cuanto a los aspectos que usted considera negativos ¿cuáles otros serían?

—En México no tenemos grandes escritores con talento, hay algunos pero ya no hay genios de la literatura, a pesar de los apoyos oficiales. Antes podía uno vivía de lo que ganaba por su oficio, por eso era más difícil escribir; sin embargo, los escritores de entonces produjeron mejor literatura en los años cuarenta y cincuenta que lo que se produjo en los noventa. Es decir, cuando el Estado no ayudaba tanto a la literatura surgían figuras tan importantes como Juan Rulfo y Juan José Arreola.

“Yo creo que hay que evitar el derroche —afirmó poniendo énfasis en sus palabras—, se dan demasiadas becas a gente sin talento; hay demasiados premios, demasiadas becas, que dan el gobierno federal y los gobiernos de los estados, y no tenemos grandes escritores, hay mucho dinero gastado. No estoy en contra de que les den dinero a los escritores, pero que se lo den a los creadores con talento. Ahí se ve que las gentes que dieron las becas no eran las más adecuadas.

“Quienes dan las becas —agrega— están muy amafiadas, pertenecen en un ochenta por ciento al grupo de Paz, se creen los dueños del país culturalmente hablando. Entonces quieren crear unos escritores a su imagen y semejanza. Lo importante en la cultura es que cada quien sea diferente y que no repita patrones anteriores. Queremos autores nuevos.

“De las librerías que tiene Cona-culta para sacar su material se puede decir que están en manos de gente que no sabe de libros, de burócratas; entonces habría que poner personas que sepan de esto, y también exhibir los libros en lugares donde se puedan vender. Más que abrir tantas librerías, hay que aprovechar las que ya hay. Los textos deberían estar en todas las librerías importantes de México, por ejemplo en Gandhi, y no abrir nuevas para vender solamente unos cuantos ejemplares.

—¿Cuales serían las grandes tareas que debiera realizar la nueva administración?

—Son importantes los libros, pero también allegarnos lectores. Asimismo hay formar gente que vaya al teatro; se debe educar mejor al pueblo de México en este sentido. La gran tarea es aumentar las bibliotecas, mejorar la calidad de los maestros en todos los niveles, para que se pueda apreciar el arte y la cultura en general. Mejorar los libros de texto de primaria, que sean como hace cuarenta o cincuenta años, en los que se incluían, entre otros, textos de Gabriela Mistral, José Juan Tablada, es decir de los mejores escritores de la época. Y para estos tiempos se podrían tener escritos de Octavio Paz, José Emilio Pacheco, Carlos Fuentes, Fernando del Paso, que son poetas y escritores muy representativos de la literatura nacional.

—En cuanto al impulso a la educación artística desde el nivel básico como lo propone el equipo de transición de Vicente Fox, ¿qué opina?

A mí me parece muy bien, yo no estoy en contra de eso. Pero se trataría de que realmente fuera una cosa en serio, manejados los proyectos con funcionarios que hayan sido probados por eficientes y que no traigan gente que no valga la pena; es muy importante que no sean los desechados de las administraciones anteriores los que tengan los puestos en la nueva administración cultural mexicana